Embarazo y lactancia
Las alegrías del embarazo suelen empañarse por culpa de desagradables efectos secundarios tales como flatulencias, constipación de vientre, acidez estomacal o incluso infecciones vaginales por hongos. Por lo tanto, además de las valiosas bacterias para el intestino (puede ser muy útil tomar probióticos para el estreñimiento) y de seguir una dieta para embarazadas, tiene sentido mantener la flora vaginal en equilibrio con cepas bacterianas especiales.
Actualmente existen también probióticos para bebés, que contribuyen al desarrollo de su flora intestinal desde el nacimiento, independientemente de si el niño es alimentado con leche materna, con leche de fórmula o con lactancia mixta. Se trata de cepas de bacterias especialmente combinadas también han demostrado su eficacia desde el primer día de vida.