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¿Para quién es adecuado OMNi-BiOTiC® 10 AAD Kids?
Muchos padres saben que los antibióticos deben usarse solo cuando realmente son necesarios: lo menos posible, pero siempre que sea imprescindible. Esto se debe a que, además de eliminar los gérmenes dañinos, los antibióticos también pueden afectar negativamente a las bacterias “buenas” que viven en nuestro intestino.
El sistema inmunológico de los niños se sigue desarrollando durante los primeros años de vida, ya que su cuerpo debe aprender a diferenciar entre “amigos” y “enemigos”. Al estar en contacto con una gran cantidad de virus y bacterias —por ejemplo, en la guardería o en la escuela— el sistema inmunológico de los más pequeños aprende a defenderse. La efectividad de esta defensa depende, en gran medida, de la composición de la flora intestinal.
Como la flora intestinal de los niños aún está en formación, es clave mantenerla equilibrada, especialmente durante y después de un tratamiento con antibióticos. Para ello, es fundamental aportarles bacterias beneficiosas que se encuentran de manera natural en su intestino.
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